En Huanchaco, ubicado en la costa norte, los pescadores son reconocidos por la fabricación de caballitos de totora, una tradición con más de 5.000 años de antigüedad. En la región se encontraron vasijas arqueológicas que representan a pescadores en balsas como si fueran caballitos y navegando con remos de bambú. Hoy en día, siguiendo los pasos de sus ancestros, los pescadores de Huanchaco continúan armando balsas con totora para desplazarse por el mar.
La pesca tradicional en Huanchaco es una forma de vida dura y exigente que involucra a toda la familia. Desde temprana edad, los niños aprenden a pescar, a plantar y cosechar la totora, a construir caballitos y hacer casas, refugios, alfombras, cestas y otras artesanías con la fibra. Actualmente, muchos pescadores enseñan al turista a correr olas en caballito como una fuente de ingresos. Sin embargo, debido a la rápida urbanización, los espacios de cultivo de la totora están en peligro de extinción. El papel de los pescadores en el cultivo y uso sustentable de la fibra es fundamental para el ambiente y la economía local.
Pesca tradicional
En Huanchaco, los hombres pescan con redes hechas a mano y con huaraqueos. Las mujeres recolectan conchas y algas en las playas, y preparan el pescado para la venta en el mercado. En su tiempo libre, las familias fabrican caballitos en miniatura y otros recuerdos usando la totora. También tallan platos y adornos de calabaza.
Fiestas de Huanchaco
En Huanchaco en junio se celebra la fiesta de San Pedro, el santo patrón de los pescadores, y en diciembre la de la Virgen del Perpetuo Socorro. Las familias preparan platos tradicionales, que incluyen una variedad de especialidades marinas y el famoso cebiche norteño con maíz y camote. También preparan charqui de raya - charqui viene de la palabra quechua para carne seca.