



Ofelia Marín Márquez intercambia técnicas del tejido de canastos con una participante del programa Peace Corps durante una sesión informal.
Foto de Joe Furgal, Smithsonian Institution
Ofelia Marín Márquez recorta el chusque que queda sobrante del canasto que está tejiendo.
Foto de Cristina Díaz-Carrera, Smithsonian Institution
Ofelia Marín Márquez sits with Ana de Jesús Marín de Giraldo as they weave tripeperro style baskets.
Photo by JB Weilapp, Smithsonian Institution
Ofelia Marín nació y fue criada en el vecindario San José de Filandia. De niña aprendió a tejer con el material sobrante de los canastos que hacían sus padres y hermanos. Ahora teje canastos con bejuco que recoge en el bosque. Además de tejer canastos para vender, participa anualmente en el desfile de yipao ayudando a decorar un jeep con su familia.
"La plata está colgada en el monte, eso decimos nosotros los artesanos, porque cuando la gente no tiene trabajo ni nada, pues se van al monte a sacar bejuco para venderlo a los que lo tejemos".